Visitas

miércoles, 23 de enero de 2013

Veinticuatro




Vivo sin vivir en mí y tan vivo yo te espero, que muero porque no muero. Toma, yo te doy mi corazón, te lo entrego prisionero. No quiero querer, pero quiero y te quiero. Veinticuatro rosas heridas de ti... ¡Es tan dulce el amor que te doy...! Son veinticuatro latidos de más cuando sé que te vas cruzando el espacio, despacio. Esos ojos me complican y me muero sin saber que muero.


No hay comentarios:

Publicar un comentario